Hoy mis alumnos me han regalado una clase en la que ellos han sido los protagonistas. Uno de ellos, Gabriel, se ha convertido voluntariamente en profesor por un día y ha dirigido y moderado una charla distendida sobre la obra El cuarto de atrás, de C. Martín Gaite, lectura obligada para la PEvAU. Me ha sorprendido ver la gran participación de los alumnos, unos desde el aula, otros desde casa (que ya tiene mérito) y la conexión existente con ciertos aspectos de la obra y de los personajes. Han sentido que la época que evoca Martín Gaite en su obra quizá no es tan distinta a la nuestra. Estas experiencias hacen evidente que cuando el alumnado se siente protagonista, gana en aprendizaje académico y personal. Para mí es un placer aprender cosas de mis alumnos a través de las obras literarias.
Este sol que anuncia la primavera ha puesto la luz al momento. Gracias, chicos y chicas.